sábado, 11 de octubre de 2008

Mexicanos que honran a México

Algunos de los lectores asiduos de Los Blogs de Spectator tal vez podrán quedar con una impresión pesimista y errónea de que México sólo puede ir por muy mal camino habiendo tanta gente mala, como la de la ultraderecha encubierta y como la del narcotráfico que están infiltrando e infestando las redes del poder corrompiendo todo lo que tocan, sin el menor respeto por la vida humana, sin el menor temor a lo que les espere en el más allá por la posibilidad de tener que enfrentar una justicia superior a manos de un Juez Supremo no puede ser sobornado conocedor de todos y cada uno de los actos de todo ser viviente.

Es por ello que, en esta entrega, Spectator dedicará el trabajo a dos mexicanos que cada uno a su manera y de formas distintas, han sobresalido por encima del estiercolero en el que se agitan los demonios corruptos que le han impedido a México el poder encontrar su propio destino. Estos son los verdaderos mexicanos, actuando en base a sus propias conciencias pese a los riesgos enfrentados, que dan a los demás el ejemplo a seguir. Son mexicanos como ellos con quienes el país debe estar en deuda de gratitud perenne, porque habiendo más como ellos México aún alberga esperanzas.

El primero que será mencionado, rindiéndole los máximos honores que se le pueda rendir aquí a cualquier ciudadano, es el Alcalde de Ixtapan de la Sal, Salvador Vergara Cruz, a quien vemos en la siguiente fotografía el 28 de febrero del 2008 inaugurando la Feria Expo Huitzuco 2008, acompañado por el Gobernador de Guerrero Zeferino Torreblanca Galindo:




Medio año después de llevarse a cabo la celebración de este evento, el país entero quedó conmocionado al recibir la siguiente noticia como un baño de agua fría:

Mataron a alcalde de Ixtapan 'por no cooperar'
Agencia Reforma
7 de octubre

Toluca— El narcotráfico mató al alcalde de Ixtapan de la Sal, Salvador Vergara Cruz.

Ayer, el procurador mexiquense, Alberto Bazbaz, reveló los nombres de 13 de los 14 detenidos por su presunta participación en el crimen del edil priísta, de los cuales 11 fueron presentados públicamente, entre ellos Juvenal Cruz Saucedo “El Viejo”, de 39 años, y Germán Ramírez Salinas “El Niño” o “El Tepache”, de 33, quienes habrían disparado contra el edil.

“Las personas detenidas tienen relación con actividades de distribución de droga en la zona.

“Y que precisamente ante la negativa del presidente municipal de tener algún tipo de contacto o relación con ellos, por virtud de la propia presión que estas personas reciben de quienes les proveen de la mercancía correspondiente, se da el atentado”, dijo Bazbaz en conferencia.

El funcionario no confirmó ni desmintió que el grupo criminal denominado “La Familia” estuviera implicado en el ataque.

“Algunos de ellos hacen algún tipo de referencia a la organización criminal La Familia, pero no tenemos indicativos que pertenezcan a ella”, dijo.

En entrevista posterior, Bazbaz señaló que la captura de los 14 implicados derivó del testimonio de los sobrevivientes, el secretario del Ayuntamiento, Alfredo Rodríguez, y el regidor Edmundo Fuentes, y de personas de las inmediaciones donde se consumó el ataque.

“A raíz de una serie de operativos que realizó la Agencia de Seguridad, de filtros de control por la zona, y al mismo tiempo con las declaraciones de las personas que estuvieron en el lugar de los hechos y las propias declaraciones de los que sobrevivieron el atentado”, indicó Bazbaz.

De acuerdo a la prueba de balística realizada por la Policía Ministerial del Estado de México, se determinó que las balas que hirieron de muerte al edil provinieron de un AK-47 serie S1 8802703, el cual fue asegurado en el operativo.

Bazbaz agregó que la captura de los primeros ocho detenidos ocurrió el sábado, y el resto el domingo; a ellos se les aseguraron 4 fusiles de asalto AK-47, una escopeta, 64 cartuchos útiles para “cuerno de chivo”, dos cargadores para 100 cartuchos, una granada de gas lacrimógeno, tres radios, cuchillos, binoculares y ocho autos.

El procurador señaló que las tres personas que no fueron presentadas se encontraban rindiendo su declaración, y que sólo se reservaron el nombre de una de ellas mientras se define su implicación en los hechos.

Cuestionado sobre si en el ataque estuvieron implicados trabajadores o ex trabajadores del Ayuntamiento de Ixtapan, Bazbaz señaló que no hay indicios, de momento, de que así sea.

“Alguna persona en activo (en el Ayuntamiento) hasta este momento no tenemos información en ese sentido... Las investigaciones continúan, y una vez que tengamos confirmada la información la habremos de compartir con la ciudadanía”, anunció.

Bazbaz agregó que durante el atentado otra persona resultó herida por una bala perdida, quien fue identificado como ángel Fernando Morales, quien manejaba una camioneta tipo pick up marca Chevrolet con placas de circulación KV 43151, quien se encuentra hospitalizado y fuera de peligro.

El alcalde de extracción priista Salvador Vergara Cruz se negó a ser corrompido por el dinero del narcotráfico, no hubo cantidad alguna que pudiera comprar su conciencia, a sabiendas de que le podía costar su propia vida. En vez de aceptar convertirse en cómplice de los corruptores de la juventud mexicana, prefirió ofrendar su vida antes que ceder a las pretensiones de las cobardes alimañas que no conocen más dios que el dinero producto del narcotráfico. No ha habido otro funcionario (sobre todo entre los de extracción panista que en otros tiempos antes de llegar al poder habían dicho que iban a "salvar" a México) que haya igualado la actitud heroica de este joven edil cuyo nombre merece ser grabado y recordado permanentemente para la posteridad.

Cuando Spectator habla de juzgar la vida de una persona no por su raza o por su religión sino por sus actos, es precisamente a hombres de la talla como Salvador Vergara Cruz a los cuales está haciendo referencia.

A continuación tenemos las fotografías de los viles asesinos del incomparable héroe nacional Salvador Vergara Cruz, seres inmundos cuyas vidas todas juntas no valen lo que valía la vida del hombre que cobardemente mataron, cuyas vidas no valen ni siquiera lo que pagaron por los calzones que llevan puestos:




¿Habría estado dispuesto el actual Presidente de México, Felipe Calderón, a ofrendar su vida como lo hizo Salvador Vergara Cruz negándose a ser corrompido por las fuerzas siniestras cuyo único interés parece ser la destrucción de México? Spectator lo duda. ¿Por qué habría de hacerlo, si egoístamente en aras de su propio interés en convertirse en Presidente Felipe Calderón aceptó gustoso aliarse con los poderosos intereses económicos y la gente nefasta que lo apoyó en una asquerosa guerra sucia mediática que hasta la fecha sigue causando un mal sabor de boca entre muchos mexicanos? ¿Por qué habría de hacerlo, si no fue capaz ni siquiera de aceptar la propuesta hecha por el candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador de que se llevara a cabo un nuevo conteo de la votación presidencial del 2006 voto por voto, casilla por casilla, que dicho sea de paso podría haber legitimado el día de hoy al mismo Felipe Calderón ante la ciudadanía, y por el contrario se presentó personalmente ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para pedir que no se llevara a cabo tal recuento? Si no fué capaz de cosas tan sencillas como estas, ¿por qué habría de esperar de él un acto que requiere del mayor valor que se pueda esperar de cualquier hombre, un acto de valentía sin igual como el que demostró con hechos Salvador Vergara Cruz?

Salvador Vergara Cruz tal vez no tendrá en estos momentos un estatua honrando su memoria, ni siquiera una calle que lleve su nombre en contraste con la avenida de Colima que lleva el nombre de uno de los fundadores de la ultraderechista Universidad Autónoma de Guadalajara cuyo legado nefasto fue el haberle consolidado al país una terrible organización clandestina fanática que está trabajando día y noche para consolidar el establecimiento de un gobierno paralelo secreto a espaldas de la población; pero ello no disminuye la estatura de Salvador Vergara Cruz ante los ojos de nadie, es hoy y debe seguir siendo por siempre un hombre que se ha ganado el derecho de ser llevado en el corazón de todos los mexicanos, sobre todo los de las nuevas generaciones, como ejemplo del mexicano nuevo que es la verdadera y única esperanza de México. Sus familiares pueden caminar con la frente en alto orgullosos del hombre cuyo nombre y apellidos han entrado a los libros de Historia por la puerta más grande que pueda haber.

México tuvo a su héroe nacional Salvador Vergara Cruz a tan sólo cuatro días de diferencia de que tuviera otro héroe el cual, en otro evento y por otras circunstancias, afortunadamente no perdió su vida y aún sigue entre nosotros, un héroe del que hablaremos a continuación.

El 3 de octubre del 2008 en el noticiero del mediodía de TELEVISA conducido por Dolores (Lolita) Ayala radiado a cadena nacional, casi perdida entre el resto de las noticias hubo una noticia que parecía muy interesante pero de la cual no se dió mayores detalles al público televidente. La noticia tenía que ver con la entrega de premios en el evento del Premio Nacional de Juventud, sobre la cual además de los detalles propios de la ceremonia la conductora agregó en forma muy escueta que unos estudiantes manifestaron una “inconformidad” sin darse mayores detalles. Sin lugar a dudas, muchas preguntas habrán surgido en las mentes de muchos de los televidentes. ¿De qué se trataba esa “inconformidad”? ¿Quienes eran esos estudiantes? ¿Qué fue lo que les respondió el Presidente? Pero estas preguntas quedaron sin respuesta alguna, porque en esos momentos TELEVISA se estaba dedicando de lleno a lo que mejor hace: la censura política, demostrando de paso que la TELEVISA de hoy es la misma TELEVISA que en los tiempos hegemónicos del partido único del PRI, demostrando que no ha cambiado en nada. Esta intentona por ocultarle a los televidentes un hecho de la mayor trascendencia no es muy diferente a otros hechos tales como cuando el columnista Jack Anderson del periódico Washington Post afirmando estar en posesión de documentos oficiales confidenciales elaboró un artículo titulado “México hace millonarios a sus Presidentes” señalando un presunto enriquecimiento ilícito del Presidente en funciones Miguel de la Madrid Hurtado, de lo cual TELEVISA jamás hizo mención alguna aunque sí transmitió imágenes de funcionarios y legisladores lisonjeros “defendiendo” a Miguel de la Madrid de las “agresiones del exterior” pero sin especificar en lo absoluto a qué era a lo que se estaban refiriendo, dando origen a la surrealista escena en la que el Presidente de México estaba siendo defendido por televisión a capa y espada sin que el pueblo mexicano supiera exactamente de qué se le estaba “defendiendo”. La noticia, como debería haber sido dada desde un principio por la televisión a cadena nacional, es la siguiente:

Grita 'espurio' a Calderón
EL UNIVERSAL
4 de octubre del 2008

Distrito Federal— “Simplemente tenía que hacerlo”, mencionó Andrés Gómez, el mejor estudiante juvenil de México, quien gritó “espurio” al presidente Felipe Calderón.

Además, tal y como lo tenía contemplado, dejó con la mano estirada al primer mandatario cuando intentó felicitarlo por recibir el Premio Nacional de Juventud.

Sin ninguna alteración por haber sido detenido y llevado al Juzgado Cívico 33, ubicado debajo de la Plaza Comercial Pinosuárez, Andrés Leonardo Gómez Emilsson, narró lo que vivió ayer en pleno Palacio Nacional.

“El presidente estaba tratando de legitimarse, usando el ejemplo de Eufrosina (Cruz Mendoza, quien se postuló el año pasado como edil de Santa María Quiegolani), porque ella está y ha luchado toda su vida por valores democráticos en Oaxaca en donde a las mujeres no se les permite votar ni ser votadas por usos y costumbres” dijo.

Y agregó: “él estaba usando justo esa idea para legitimarse y eso me parece aberrante porque justo lo que él hizo en las elecciones de 2006, es no darnos voz a los mexicanos; en un proceso totalmente antidemocrático que demuestra que este país no es un país libre y él estaba diciéndolo como si ellos fueran los héroes de la democracia y ya no me pude contener y tuve que gritarle: espurio”.

El joven de 18 años de edad, quien cursa su último año de bachillerato internacional en Noruega, fue detenido junto con Mario Virgilio Santiago, estudiante de 24 años de edad, de la Facultad de Filosofía y Letras.

No se conocían, pero cuando Andrés interrumpió el discurso presidencial, Mario lo secundó. “En este país no hay libertad”, también gritó.

Al término del evento, el primero fue levantado de su asiento, con todo y premio, por elementos del Estado Mayor Presidencial.

Detrás de él se hizo lo mismo con Mario, quien iba de invitado al evento, también por su aprovechamiento educativo.

Los interrogaron, fotografiaron y mantuvieron incomunicados en una habitación de Palacio Nacional, donde Mario preguntó porqué habían sido detenidos. “Eso pregúntaselo a tu pinche conciencia”, le respondieron.

Luego fueron llevados a un juzgado cívico donde no hubo quien levantara cargos y ambos quedaron en libertad.

Mario resalta que en todo momento Andrés no soltó su premio y se mantuvo relajado, platicando de sus planes de estudiar en el extranjero ciencias cognoscitivas o matemáticas.

Mientras tanto, los padres de Andrés intentaron saber de él sin que nadie les informara de su paradero.

En Los Pinos informaron que no fincarían cargos en contra de los jóvenes y argumentaron que el EMP actuó “en cumplimiento de sus obligaciones”.

Los estudiantes fueron remitidos “por la probable realización de conductas que son sancionadas penal o administrativamente por la legislación vigente”, aunque omitieron precisar a qué legislación se referían.

Andrés Gómez, con 18 años, es hijo de Elin, una reconocida antropóloga, con maestría en Ciencias del Lenguaje e integrante del Centro de Enseñanzas de Lenguas Extranjeras, también de la UNAM, al igual que su padre Luis Gómez.

“Es absurdo que se hable de libertad y acallen una inconformidad, un punto de vista distinto”, dijo Luis Gómez, también profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Al día siguiente, en el noticiero HECHOS del sábado 4 de octubre del 2008 transmitido a cadena nacional al mediodía por TV Azteca, noticiero visto por aquellos trabajadores mexicanos que sólo pueden sintonizar sus televisores al mediodía en sábado por no poder hacerlo entre semana al estar trabajando en horario normal de lunes a viernes, aunque se dió la noticia de la ceremonia de la entrega de premios en Palacio Nacional, no se hizo en lo absoluto mención alguna a la histórica interpelación de la que fue objeto Felipe Calderón. O sea que no sólo no se hizo mención a la "inconformidad" que fué manifestada, sino que "oficialmente", según Televisión Azteca, tal suceso nunca sucedió. Así es como estos monopolios televisivos intentan formar una realidad alterna no muy diferente a la que el Ministerio de Propaganda de Hitler fue construyendo ya sea repitiendo la misma mentira mil veces hasta convertirla en realidad o intentando tapar el sol con un dedo.

El encubrimiento manifiesto de esta noticia a manos del duopolio televisivo podría causar la impresión en muchos de que ésta no es la única noticia que le está siendo ocultada al pueblo de México, y de hecho es así. Pero, ¿qué otra cosa podría esperarse de unos medios de comunicación que en 1968 ocultaron mucho de lo que ocurrió durante la matanza de Tlatelolco a grado tal de que buena parte del material tiene que ser encontrado en las hemerotecas de los corresponsales extranjeros que no se prestaron al encubrimiento? ¿Qué otra cosa podría esperarse de unos medios de comunicación para los cuales la Organización Nacional del Yunque y las demás organizaciones secretas de la ultraderecha no existen y por lo tanto no hay por qué hacer mención a ninguna de ellas? ¿Qué otra cosa podría esperarse de unos medios de comunicación que no sólo se prestaron ilegalmente a la guerra sucia mediática del 2008 sino que ahora exigen a viva voz alegando la “libertad de expresión” (de quienes tengan en sus bolsillos los millones de pesos requeridos para contratar los costosos cuan difamatorios spots) que se les permita volver a darle al pueblo de México una repetición de lo que ocurrió en el 2008 incurriendo otra vez en lo mismo en las elecciones que habrán de venir, sobre todo las elecciones presidenciales futuras que es lo que realmente les importa a ellos y a los monstruosos poderes fácticos que están detrás de ellos?

Veamos ahora la misma nota dada desde otra perspectiva:

Y gritó: “¡Espurio!”...
Daniel Lizárraga y Gloria Leticia Díaz
Revista PROCESO
5 de octubre del 2008

Al fin se vio la eficacia del aparatoso dispositivo de seguridad y logística que se despliega en los actos públicos del presidente Felipe Calderón: el viernes 3 elementos del Estado Mayor lograron someter a los estudiantes Andrés Gómez y Marco Virgilio Jiménez, que increparon al mandatario durante la entrega del Premio Nacional de la Juventud por lo que consideraron un discurso “hipócrita” y “falso” acerca de la libertad y la democracia. Aunque en términos de seguridad fue un incidente menor, los estudiantes de esta época lograron resquebrajar -a cuatro décadas de la matanza de Tlatelolco- al menos la impunidad verbal.

Si una de las jornadas más aciagas para el presidente Felipe Calderón fue la del 15 de septiembre -tras el estallido de dos granadas en pleno festejo patrio en el zócalo de Morelia-, el viernes 3 quedará en las crónicas de su sexenio como el día en que un estudiante de 18 años, Andrés Gómez Emilsson, le gritó “¡espurio!” en pleno Palacio Nacional.

Esa mañana Calderón llegó al patio central para encabezar la entrega del Premio Nacional de la Juventud 2007, cuyo inicio estaba programado a las 10:30. Llevaba un traje gris claro y camisa blanca. Sonreía. Fue saludando a los galardonados formados frente al templete: de beso a las mujeres y con un fuerte apretón de mano a los hombres.

Le tocó el turno a Andrés Gómez, que cursa el bachillerato internacional becado en Oslo, Noruega, gracias a su alto rendimiento en matemáticas.

Pelirrojo y vestido con un sencillo traje negro, Andrés le dijo a Calderón: “No, no te puedo saludar”, y enfatizó su negativa cruzando las manos a su espalda. Movía la cabeza y agitaba su larga cabellera. “Está bien, muchacho”, le respondió el presidente y le dio una palmada a la altura de la cadera.

Los militares del EMP, encabezados por el general Jesús Castillo, lo mismo que el equipo de logística, no tuvieron tiempo de actuar en ese momento. De todas formas, el joven no parecía haber llamado mucho la atención y permaneció en el templete, sentado con el resto de los galardonados que esperaban ser llamados uno a uno.

Paciente, Andrés presenció desde la tercera fila el discurso de Isabel Priscila Vera Hernández, directora del Instituto Mexicano de la Juventud y encargada de elaborar la lista de invitados especiales. También escuchó a Eufrosina Cruz Mendoza, quien no pudo ser presidenta municipal de Santa María Quiegolani, Oaxaca, por el delito imperdonable de ser mujer e indígena. También habló la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota.

Poco después llegó el turno de Felipe Calderón, quien al prometerle todo su apoyo a Eufrosina Cruz decía: “Quien te niega, se niega a reconocer tus derechos, y los de tu gente y los de las mujeres en su comunidad, no puede permanecer impune. Por eso, cuenta con nuestro apoyo, por la dignidad humana, por la de las mujeres indígenas, por la democracia”...

Apenas estaba terminando de pronunciar la última palabra, cuando Andrés Gómez ya estaba de pie, señalándolo con el índice derecho. Su grito resonó en el Palacio: “¡Espurio!”.

El estudiante Andrés Leonardo Gómez Emilsson, que tuvo el valor inusitado de repetirle a Felipe Calderón en su cara algo que millones de mexicanos dan por hecho, no era cualquier estudiante. Se trata ni más ni menos que el mejor estudiante de México. Su objeción marca una nueva etapa en la Historia del México moderno. Al expresarle a Felipe Calderón su insatisfacción cara a cara llega a su fin la época en la que los eventos públicos servían únicamente para darle una oportunidad al Presidente de México para lucirse. Llega a su fin el reinado de los besamanos. El ejemplo puesto a los demás por este estudiante a los demás rompe por fin y para siempre con la rigidez protocolaria de estos eventos acartonados y abre la puerta -ahora sí- a la plena libertad de expresión en México, por mucho que tal cosa le pueda al hoy partido oficial y a los medios paleros de comunicación como TELEVISA y TV AZTECA que muy mal le han pagado al pueblo de México la oportunidad que se les ha dado para hacerse multimillonarios con las concesiones del espectro radiofónico de las que han abusado hasta más no poder, medios hoy aliados con la derecha y la derecha extrema para proteger sus multimillonarios intereses proyectando la imagen que hoy en día muchos mexicanos tienen de ellos:




Se necesitaba que entre un mar de cobardes surgiera un joven intrépido con la valentía que inclusive muchos adultos no tenían para hacer añicos el último reducto que le quedaba al gobernante en turno para estarse luciendo y estar recibiendo aclamaciones y aplausos como si fuese un dios. De aquí en adelante, ya no hay garantía ni para este mandatario ni para cualquier otro mandatario en el futuro en México de que no será increpado por nadie en las ceremonias en las cuales el Presidente esté como “invitado de honor”. El ritual del besamanos está ya oficialmente muerto; acaba de pasar a la Historia, gracias a la acción espontánea de Andrés Leonardo Gómez Emilsson. Este joven, de haber sido un estudiante en la ultra-fascista Universidad Autónoma de Guadalajara, posiblemente el día de hoy estaría muerto a manos de las criminales fuerzas de choque que los dementes dueños de este negocio educativo tienen a su servicio. Ciertamente, habría sido expulsado de inmediato sin contemplación alguna de esta institución en la cual la libertad de expresión y la libertad de cátedra son hoy letras muertas. (De cualquier manera, dada la enorme represión que se ejerce allí en contra de los jóvenes que tienen la mala suerte de caer en esa funesta institución, los jóvenes estudiantes que no terminan perteneciendo a la sociedad ultraderechista secreta Tecos terminan “domesticados”, terminan aprendiendo a callar todo el tiempo dado el enorme valor al silencio que se les inculca en dicha institución que jamás sería capaz de producir un estudiante como Andrés Leonardo Gómez Emilsson.)

En la siguiente secuencia de fotografías tenemos primer a Gómez Emilsson de pie, detrás del Presidente Felipe Calderón:




En la siguiente fotografía tenemos a Gómez Emilsson justo cuando le está diciendo “¡Espurio!”a Felipe Calderón en su cara mientras está hablando:




Y en la siguiente fotografía tenemos a Gómez Emilsson en el momento en el que uno de los guaruras del Presidente lo sujeta de inmediato para llevárselo fuera como si fuese un criminal de la peor ralea:




Estas son las imágenes censuradas que ninguno de los medios televisivos de México, o sea el monstruoso duopolio TELEVISA-TV Azteca, transmitió en ninguno de sus noticieros. Se está mostrando aquí algo que se le quiso ocultar al pueblo de México.

Pero esto no fue el fin del asunto. Siguiendo allí mismo el valeroso ejemplo de este joven que se atrevió a decirle en su cara al Presidente lo que nunca antes nadie se había atrevido a decirle a un sobreglorificado Presidente, otro joven, Mario Virgilio Santiago, agregó que en México no había libertad de expresión, y dándole la razón a éste último el “valeroso” Estado Mayor Presidencial en vez de dejarlo expresarse y darle a Felipe Calderón el tiempo para responderles a los jóvenes o por lo menos escoltarlos a la salida del recinto (lo cual ocurre en otras naciones civilizadas) de inmediato se arrojó también sobre él, llevándoselos arrestados como si fuesen los narcotraficantes o los secuestradores o los asaltabancos que operan tan impunemente en México y a los cuales el Estado Mayor Presidencial nunca toca y jamás ha contribuído a combatir. Irónicamente, la arbitrariedad cometida por el “valeroso” Estado Mayor Presidencial en contra de los dos jóvenes cuya única arma era la palabra ocurrió tan sólo un día después de conmemorarse el 40 aniversario de la matanza estudiantil de Tlatelolco en donde el Ejército mexicano se cubrió “de gloria” matando a diestra y siniestra a estudiantes cuya única arma era también la palabra, una mataanza de la que dicho sea de paso el PAN por décadas estuvo repitiendo que si llegaba al poder metería a los culpables de dicha matanza a la cárcel, promesa que jamás cumplió y, por el contrario, uno de los principales culpables de la matanza, el genocida Luis Echeverría Alvarez culpable también del halconazo de aquél Jueves de Corpus sangriento, recibía toda la protección que el Estado Mayor Presidencial le podía dar a su seguridad personal como premio a su atroces carnicerías al mismo tiempo que se llevaba detenidos a los dos jóvenes que se habían atrevido a increparle al Presidente en su cara.

En la siguiente fotografía tenemos a Marco Jiménez Santiago al lado de Andrés Leonardo Gómez Emilsson:




Como los estudiantes estaban desarmados y no habían agredido a nadie físicamente, tuvieron que ser llevados no ante un Juzgado Penal sino ante un Juzgado Civil para enfrentar cargos. Sin embargo, arremeter legalmente en contra de ellos a la vez que el crimen organizado hace impunenmente de las suyas en todo el país los habría convertido en mártires y héroes al mismo tiempo, y podría haber detonado una respuesta social contundente que podría haber terminado tumbando a un Presidente que al fin y al cabo muchos suponen producto de un fraude electoral maquinado de antemano. Es por esto y únicamente por esto que la Presidencia decidió no formalizar sus cargos en contra de estos estudiantes los cuales de cualquier modo antes de ser llevados al Juzgado fueron interrogados, fotografiados y mantenidos incomunicados por el Estado Mayor Presidencial en una habitación de Palacio Nacional como si fuesen unos delincuentes de lo peor.

En contra de la propaganda barata emanada de las filas del ultraconservadurismo fanático de México, los dos estudiantes detenidos ni son unos “agitadores profesionales” (mismo pretexto que se utilizó en 1968 para consumar la Matanza de Tlatelolco) ni son unos “vagos sin oficio ni beneficio”. Son los mejores estudiantes de México. Precisamente por ello habían sido invitados a dicho evento. Estaban allí por méritos propios, no por una generosa concesión que les haya sido dada por el todopoderoso “señor Presidente”. Más aún, lo que ambos externaron indignados fue un punto de vista que comparten con ellos millones de mexicanos: la certeza de que en las elecciones presidenciales del 2006 se consumó uno de los fraudes electorales más descarados y mejor elaborados en la Historia del México contemporáneo para impedir que la izquierda pudiera llegar al poder. De haber sido lo que expresaron un punto de vista aislado minoritario, seguramente habrían sido ampliamente criticados por la gran mayoría de la sociedad mexicana. En vez de ello, poco faltó para que una multitud indignada tomara las calles para dirigirse a los separos de detención con el fin de liberar a ambos por la fuerza en un equivalente mexicano de la Toma de la Bastilla. Entre las pocas decisiones cuerdas que ha tomado Felipe Calderón como Presidente fué el haber dado la orden de que no se fincaran cargos en contra de los jóvenes con el fin de que obtuviesen su liberación inmediata, porque de no haber hecho tal cosa el estallido nacional de apoyo no sólo estudiantil sino de una gran sector de la sociedad habría sido de tal magnitud que las consecuencias a largo plazo habrían hecho palidecer a la Matanza de Tlatelolco.

Los que entran a los libros de Historia por la puerta grande no son los cobardes ni los conformistas, a ellos la humanidad no les debe prácticamente nada. Son los que se atreven a romper los esquemas, son los que se atreven a pensar, son los que se atreven a salir de la masa y enfrentar los riesgos a los que su forma de pensar los expone quienes marcan nuevas pautas y nuevos derroteros a seguir, son ellos a quienes la humanidad les debe el haber sepultado en definitiva el esquema de las monarquías absolutas reemplazándolas por los sistemas democráticos parlamentarios, son ellos quienes han hecho avanzar a la ciencia revolucionando nuestros conocimientos, son ellos quienes han creado nuevas expresiones tanto en el arte como en la música, son ellos quienes dan el ejemplo a seguir. Y todos los demás haríamos mucho bien en seguirles su ejemplo, sobre todo aquellos que anhelan contribuír aunque sea un poco para ayudar a sacar al país del terrible bache en el que se encuentra, bache en el que cayó desde el momento en que la derecha infiltrada por una terrible y ambiciosa ultraderecha accedió a un poder al cual nunca debería de haber accedido como los hechos de hoy lo confirman.

En contra de las acechanzas de gente inmoral y ambiciosa que se la pasa urdiendo conjuras insanas cobijándose bajo las brumas de la obscuridad, gente cuya soberbia y megalomanía sólo puede terminar conduciendo a México a su inmolación, la primera línea de defensa radica precisamente en actos valerosos que ponen el ejemplo a seguir, ya sea de parte de estudiantes como Andrés Leonardo Gómez Emilsson y Mario Virgilio Santiago, de periodistas independientes como Carmen Aristegui, y de políticos como el alcalde Salvador Vergara Cruz. El paso por la vida de todos nosotros es temporal. Sólo nuestros actos quedan detrás de nosotros y las consecuencias positivas o negativas de dichos actos serán nuestro legado que nos sobreviva. Y hay actos que por su magnitud se sabe de antemano que sobrevivirán por mucho tiempo, actos como los realizados por los héroes nacionales que se acaba de nombrar. Mientras haya gente como ellos, cuyas conciencias y cuyas convicciones éticas no están a la venta del mejor postor, México aún tiene esperanzas de liberarse algún día de las lacras que lo están asolando y poder ir así sin estas lacras a cuestas en búsqueda de su propio destino.


-------------------------


POST SCRIPTUM:


Una consecuencia directa de la afrenta cometida por los dos estudiantes que se atrevieron a cuestionar la legitimidad de Felipe Calderón como Presidente de México fue el endurecimiento de los procedimientos para garantizarle al Presidente que en todos los actos a los que vaya y en los que esté presente haya únicamente aplausos y felicitaciones y felipelandia, nada de sorpresas que demeriten la alegría oficial del evento, para que nadie se salga del script, para que todos esten sincronizados con la coreografia del show, como podemos verlo en la siguiente nota:

Censura en Palacio
Beatriz Pereyra
Revista PROCESO
16 de agosto del 2009

En la Presidencia de la República, el miedo a la expresión libre no tiene límite. Al joven nadador Rodrigo Martínez, multimedallista en la pasada Olimpiada Nacional, le quitaron el discurso que llevaba preparado en su calidad de orador y le pusieron en las manos uno “autorizado por el presidente”. Inofensivo su texto, pedía más ayuda para los jóvenes deportistas. El que le hicieron leer agradecía al presidente Calderón su presencia en ese acto y su apoyo incondicional al deporte.

El sudor provocado por la emoción de estar en Palacio Nacional humedeció tanto las manos del nadador Rodrigo Martínez Aguilar que alcanzó a mojar el fólder donde celosamente guardó, durante horas, la hoja del discurso que preparó para leerlo frente al presidente Felipe Calderón.

Cuando el muchacho de apenas 15 años –ganador de 11 medallas de oro en la Olimpiada Nacional 2009– esperaba ansioso su turno para hablar en nombre de sus compañeros, una mujer del staff de la Presidencia de la República se le acercó para informarle que no podía leer lo que había redactado y le entregó un documento con el discurso oficial.

“Se me acercó muy amigable. Me dijo que ya el presidente había autorizado el discurso y que ése era el que tenía que leer”, cuenta Rodrigo.

“Fue la persona que siempre viene con el presidente que, supongo, ha de ser su asistente o como una jefa de seguridad. Ella me lo cambió, pero fue una de las dos que me dijeron porque había otra señora que es como de publicidad o algo así y me lo pidió (el discurso) porque dijo que se lo iban a leer a la Presidencia. No sé si lo leyeron o no pero llegaron a cambiármelo”, detalla.

Aquel miércoles 5 de agosto fue la segunda vez que Martínez estuvo en un acto con el titular del Ejecutivo, como portavoz de los atletas mexicanos para la ceremonia de premiación de la Olimpiada Nacional en la que ha participado desde 2006 con una cosecha de 31 medallas, 24 de las cuales son doradas.

En 2007, en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) redactaron el documento para su exposición oral, y se lo entregaron un día antes del evento.

En esta ocasión, el Consejo Estatal para el Fomento Deportivo y Apoyo a la Juventud (CODE), le dio al nadador la oportunidad de colaborar en la elaboración de su discurso, pero se quedó con las ganas de leerlo.

“Al principio me puse un poco nervioso y medio me saqué de onda porque no supe qué hacer; ni modo que les diga que no, si ellos son la gente que manda en nuestro país. Sentí un poco de impotencia al momento de que me lo dieron pero al final me tuve que acostumbrar y dije: 'ellos saben por qué me lo quitan'. La señora me explicó que eran cosas internas. Le dije que sí, que no había problema”, recuerda el deportista.

–¿Te gustó leer el discurso que te dieron? –se le pregunta.

–Pues no fue un discurso malo pero no es lo que yo quería decir.

–¿Por qué crees que te lo quitaron?

–Pienso que no querían que saliera en los medios de comunicación lo que yo iba a decir, por temor a que dijera una imprudencia o a que como el discurso lo había hecho yo no me lo hubieran revisado en casa.

–¿Consideras que los deportistas deberían tener el derecho de expresarle al presidente lo que sienten y piensan?

–Nosotros los tenemos que hacer (los discursos) porque somos quienes los leemos. Nos queremos expresar y si no, ¿para qué lo leemos nosotros? Que lo lea alguien más porque no vamos a manifestar lo que queremos y nos están obligando a decir unas palabras que no son nuestras.

Por otro lado, poniéndole el ejemplo a Felipe Calderón y al Ejército que lo protege noche y día dándoles a todos ellos una verdadera lección de valentía, hombría y dignidad, la noche del sábado 11 de noviembre del 2010 el país entero vió nacer entre sus hijos a un nuevo héroe valeroso que mostró con creces su lugar dentro de aquella minoría de hombres de verdad que están dispuestos a sacrificarse y a morir en defensa de su patrimonio y algo mucho más importante, su propia dignidad. El nombre de este increíble mexicano es Alejo Garza Tamez, y su historia está documentada en la siguiente nota:

Defiende su rancho del narco hasta la muerte
Milenio
26 de noviembre del 2010

Monterrey.- Cuando elementos de la Marina-Armada de México llegaron al rancho San José, en las inmediaciones de la presa Padilla, a 15 kilómetros de Ciudad Victoria, Tamaulipas, vieron un escenario desolador: la austera casona principal estaba semidestrozada por impactos de bala y explosiones de granadas.

En la parte exterior de la finca había cuatro cuerpos. Cautelosos, con las armas listas, exploraron los alrededores y encontraron dos sujetos más heridos e inconscientes.

En el interior de la casa había un solo cuerpo, el de Don Alejo, dueño de la finca y empresario maderero, con dos armas a su lado y prácticamente cosido a tiros.

La inspección del rancho reveló que en todas las puertas y ventanas había armas y casquillos. Eso les permitió imaginar cómo se dio la batalla horas antes.

Los efectivos de la Marina buscaron más cuerpos en el interior de la vivienda, pero no hallaron más. Les parecía difícil creer que una sola persona hubiera causado tantas bajas a las atacantes con fusiles y pistolas de caza deportiva.

Decenas de cartuchos percutidos y el olor a pólvora evidenciaban la fiereza de quien peleó hasta el final en defensa de su propiedad.

Al final entendieron que aquel hombre había diseñado su propia estrategia de defensa para pelear solo, colocando armas en todas las puertas y ventanas.

La historia comenzó a escribirse la mañana del sábado 13 de noviembre, cuando un grupo de hombres armados y amenazantes fue a darle un ultimátum a don Alejo Garza Tamez, dueño del rancho: tenía 24 horas para entregarles el predio o se atendría a las consecuencias.

Con la diplomacia de sus casi ocho décadas de vida, don Alejo les dijo que no les entregaría su propiedad. Y ahí estaría esperándolos, les dijo con llaneza.

Después del incidente, reunió a sus trabajadores y con tono grave y enérgico les pidió que al día siguiente no se presentaran a trabajar, que lo dejaran solo.

Durante ese sábado se dedicó a hacer un recuento de sus armas y municiones y a preparar la estrategia de defensa de su casa como si fuera un cuartel militar.

Dispuso armas en los flancos más débiles: las puertas y las ventanas del rancho. La noche del sábado 13 fue larga y sin sueño, como en sus mejores épocas de caza, pero amaneció temprano. Poco después de las 4 de la mañana los motores de varias camionetas se oyeron lejos.

Los marinos que exploraron el rancho pudieron imaginar cómo fue aquella madrugada, con gatilleros armados, seguros de la impunidad, seguros de que pronto tendrían en su haber otra propiedad. Nadie, o casi nadie, se resiste a un contingente de pistoleros que portan armas largas. Sólo don Alejo.

Las camionetas entraron al rancho y se apostaron frente a la finca. Sus ocupantes descendieron, lanzaron una ráfaga al aire y gritaron que venían a tomar posesión del rancho. Esperaban que la gente saliera aterrorizada y con las manos en alto.

Pero las cosas no salieron como esperaban. Don Alejo los recibió a balazos y pronto un ejército entero disparaba contra la vivienda principal de la finca. El ranchero parecía multiplicarse y los minutos debieron parecerles eternos a quienes habían visto en él una presa fácil. Cayeron varios forajidos y los demás, enojados y frustrados, arreciaron el ataque. De las armas largas, los sicarios pasaron a las granadas.

Cuando al fin llegó el silencio, el aire olía a pólvora. Los agujeros en los muros y ventanas de la estructura indicaban la violencia del ataque. Cuando entraron en busca de lo que suponían era un amplio contingente, les sorprendió hallar a uno solo. Don Alejo.

Los sicarios sobrevivientes hiceron un rápido reconocimiento del terreno y optaron por abandonar la plaza. No se apoderaron del rancho, porque pensaron que pronto llegarían los militares y prefirieron huir. Dejaron lo que creyeron eran seis cadáveres, pero dos pistoleros estaban heridos.

Poco después llegaron los infantes de Marina y, poco a poco, pacientemente, reconstruyeron los hechos. Un ranchero, un hombre que amaba su propiedad más que nada en el mundo la defendió literalmente hasta la muerte.

En la última cacería de su vida, don Alejo sorprendió al grupo de sicarios que quiso imponer en su rancho la ley de la selva, la misma que ni el poder del Estado ha podido controlar.

Los marinos presentes no olvidarán nunca el cuadro: un anciano de 77 años se llevó por delante a cuatro sicarios antes de morir peleando como el mejor soldado: con dignidad, honor y valentía.

Descanse en paz don Alejo Garza Tamez.

Hombre de palabra

• Don Alejo Garza Tamez era norteño de cepa. Nacido en 1933 en Allende, Nuevo León, su infancia transcurrió en una de las zonas más boscosas del estado.

• Allende, ubicado a 50 kilómetros al sur de Monterrey, es surcado por la carretera Nacional 85 que conduce a Ciudad Victoria, Tampico y Veracruz. Esa comunidad se encuentra al pie de la Sierra Madre Oriental.

• Su padre tenía un aserradero, y aprendió desde joven, junto con sus hermanos mayores, a trabajar, aserrar y vender madera. Impulsados por esta actividad, acabarían fundando en Monterrey la maderera El Salto, tomando el nombre del lugar donde compraban el producto.

• De joven le toco viajar constantemente a Parral, Chihuahua, y a El Salto, Durango, para comprar la madera que vendían luego en Monterrey. Su familia tuvo éxito en este ramo y abrió sucursales en Allende, su tierra natal, y Montemorelos.

• Desde niño don Alejo practicó la pesca y la cacería. Luego, de joven, comenzó a coleccionar armas. Entre sus allegados era conocido como buen tirador y, en compañía de sus amigos, cazaba venados, gansos y palomas.

• Don Alejo Garza Tamez fue uno de los socios fundadores del Club de Caza, Tiro y Pesca “Dr. Manuel María Silva”, ubicado en Allende, Nuevo León.

• El empresario maderero también fue promotor de la avicultura en su tierra natal. En alguna ocasión en que una helada quemó los sembradíos de naranja de su pueblo, animó a los agricultores afectados a que se iniciaran como productores de pollo y huevo.

• Junto con su hermano Rodolfo compraron en Tamaulipas el rancho San José, mismo que dividieron. Don Alejo se quedó con la parte que colinda con la presa Padilla y Rodolfo con el extremo situado junto al río Corona.

• Su charla amena era reconocida por sus amigos. Era cosa sabida que su palabra valía tanto como un contrato.

La hija de Alejo Garza Támez, el hombre de 77 años que enfrentó valerosamente a un grupo de miserables sicarios extorsionadores para no cederles su propiedad a sabiendas de que iba a morir en un enfrentamiento desigual en el que el gobierno federal lo había dejado completamente solo al igual que a muchos otros rancheros como él, reveló en una entrevista telefónica a Milenio Televisión que su padre hizo frente a más de 30 sicarios la noche del sábado 14 de noviembre en su rancho San José, ubicado en Padilla, Tamaulipas, detallando que su padre había recibido amenazas de integrantes del crimen organizado para abandonar su rancho o de lo contrario sería desalojado, pero nunca denunció estas amenazas ante las autoridades por no confiar en ellas (¡con justificada razón!). “Estoy lastimada, mi padre me dijo que había recibido amenazas, pero él no lo notificó a las autoridades, nunca confió, fue un hombre de trabajo desde muy pequeño y fue como Luis Donaldo Colosio, basado en el esfuerzo y en el trabajo para salir adelante”, dijo a la agencia de noticias. Mencionó que su padre fue un hombre de principios y de trabajo arduo para sacar adelante a su familia y era el mejor cazador. “Realmente mi padre está vivo, es un hombre de bien, nos señaló valores y principios, y ante todo siempre regalar una sonrisa; qué lástima que vivamos estos tiempos desgraciadamente difíciles. Dios quiera que esto ya pare, la gente se vuelve egoísta, yo no llamo valiente a mí padre, mi padre siempre ha sido y será lo mejor”, señaló. Sandra Garza dijo que después del enfrentamiento arribaron elementos de la Marina-Armada de México y de la Sedena -cuando ya no había absolutamente nada que hacer más que dar testimonio del increíble heroísmo de un mexicano que con su entrega y su heroicidad no tardó en saltar a la fama mundial-, añadiendo que, a pesar de que ella misma trabajó por muchos años en la política, se siente defraudada por los funcionarios que le cerraron las puertas en estos momentos difíciles. “Me siento orgullosa de ser hija de mi padre, es doloroso, es muy difícil que se acabe la violencia y desgraciadamente las autoridades no hacen nada, yo he estado muchos años en la política y me da vergüenza decirlo. Realmente donde yo pude tocar puertas me ignoraron; pensé que tenía amigos, es una mentira, eso me enseñó mi padre y no lo quería entender hasta hoy”, señaló. “Es doloroso. Este dolor es muy difícil que se acabe y desgraciadamente que las autoridades no hagan nada al respecto. Y yo, que siempre he estado dentro de la política, qué tristeza”, declaró Garza a Milenio Televisión. Cuando el nuevo héroe mexicano se cubrió de gloria elevando el apellido de la familia a las alturas, la violencia que se vive en el estado de Tamaulipas había provocado que, en los últimos meses, muchos empresarios hayan huido junto con sus capitales al vecino estado de Texas, invirtiendo en ese país al menos unos 16 millones de dólares. Ante lo sucedido, los empresarios de la fronteriza ciudad de Matamoros, en Tamaulipas, le pidieron al gobierno de Felipe Calderón una tregua en su “guerra” que tercamente ha sostenido contra el crimen organizado, la cual fue calificada como “fallida” por varios de sus representantes.

Mientras se materializan los reclamos de que en justo homenaje a Don Alejo Garza Tamez se le levanten monumentos y se le ponga su nombre a calles importantes de México -algo que ciertamente se merece mucho más que Felipe Calderón y otros de su especie-, el pueblo ha empezado a honrar a este héroe componiéndole su propio corrido:

Componen corrido a Don Alejo por defender su rancho de 'Los Zetas'
EL UNIVERSAL
23 de noviembre del 2010

La historia de Don Alejo Garza Tamez, quien defendió su rancho San José de presuntos Zetas en las inmediaciones de Ciudad Victoria, ya tiene su propio corrido. El empresario de 77 años asesinó a cuatro sicarios mientras protegía su propiedad, pero finalmente perdió la vida a manos de los delincuentes.

Cientos de personas en las redes sociales no terminan de alabar, indignarse y sorprenderse ante el caso, por lo que ya califican como héroe al empresario que defendió férreamente su finca ante las amenazas del crimen organizado.

Desde ayer, la historia se convirtió en tema más comentado (trending topic) en las redes sociales bajo el 'hashtag' #Alejo, en donde “Viva Don Alejo Garza” es la constante.

“La historia de #Alejo Garza me sigue sorprendiendo ¿a este tipo de ‘sacrificio' nos quieren llevar todas las autoridades?”, tuiteó Campillo_A, quien se dijo indignado.

Sin embargo, también hubo algunas críticas como la que redactó @luisalonsoramos, quien aseveró que “no podemos tomar la justicia en nuestras manos”, a quien @pepesanchez le respondió que “cierto. Pero Don #Alejo no se hizo justicia, sólo se defendió...”

El tuitero @vicmanol le rindió un tributo musical a un hombre “bragado y valiente”, que a continuación transcribimos y al que tituló “El corrido de Don Alejo Garza”.

Hombre bragado y valiente,
No le importó su dolor,
Nació norteño hasta el tope,
Como tal defendió su honor...
Salvó primero a sus hombres,
Por los matones guardó,
Llegaron a amedrentarlo,
a balazos les contestó
Desde su noble trinchera,
4 adelante se echó,
Era su vida y su rancho, era
cuestión de su honor
Por eso murió a balazos,
por eso nunca se hincó
En la gloria está Don Alejo,
El solito a su rancho salvó,
Y los guachos están sorprendidos,
Pues a ninguno necesitó.

Una cosa es ser un Presidente con fama de espurio que desde la comodidad y seguridad de su lujosa y bien custodiada oficina dá “valientemente” sin medir las consecuencias la orden al Ejército de “acabar” con la delincuencia organizada, aferrándose tercamente a esa decisión emprendida con fines meramente políticos de legitimación en el poder pese a una cifra acumulada de decenas de miles de cadáveres -estimada a finales del 2011 en cerca de 50 mil muertos, tantos mexicanos muertos como soldados norteamericanos que murieron en la Guerra de Vietnman, incluídas muchos “víctimas colaterales” inocentes- en 4 años de funesto desgobierno , y otra cosa muy diferente es ser un ciudadano colocado en la línea de fuego de esa guerra enfrentando completamente solo y con una desventaja numérica en su contra la ira de un avispero criminal que se ha salido completamente fuera de control, ante la mirada indiferente de un gobierno federal emanado de la derecha y de la ultraderecha que no sólo no le proporciona ni una sola bala para su defensa propia sino que inclusive no le permite legalmente a ningún ciudadano la posesión de armas de fuego que permitan emparejar un poco la lucha.

El sacrificio de Don Alejo Garza Tamez no fue en vano. En otras partes de la República Mexicana han empezado a emular su ejemplo habiendo aprendido la lección de que el valiente vive hasta que el cobarde quiere. El siguiente cartón es uno de varios cartones que documentan una rebelión de comerciantes hartos de estarle pagando cuotas de extorsión al crimen organizado ante la mirada complaciente del gobierno federal -ese crimen organizado que Felipe Calderón dice estar combatiendo exitosamente- y que han decidido unirse para dejar de pagar las extorsiones y responderle de alguna manera a los chantajistas extorsionadores zánganos cuyo único golpe de suerte fue que llegara a la Presidencia de México un tipo tan nefasto como Felipe Calderón, algo que se va conociendo en México como el síndrome de Don Alejo:




Aunque aún no concluye el sexenio descalabrado de Felipe Calderón, parece ser que ya hay suficiente material sobre él para que caiga sobre sus hombros el juicio histórico al que se ha hecho acreedor. En cuanto a Don Alejo Garza Tamez, él ha ganado ya su propio lugar en la Historia de México, un lugar que seguramente muchos le envidiarían, entre ellos el mismo Felipe Calderón.

Siguiendo el ejemplo de los dos jóvenes que tuvieron la osadía de interpelar al títere de los poderes fácticos que llegó a la Presidencia de México de una manera más que chueca, ha habido otros jóvenes que exponiendo su pellejo ante los Guardias Pretorianos llamados el Estado Mayor Presidencial también han increpado con dedo índice acusador al sordo vanidoso y soberbio que después de haber dicho que sería el “Presidente del empleo” terminó convirtiéndose en el Presidente de los 50 mil cadáveres (¡vaya forma de disminuír el desempleo en México!), tales como Tonatiuh Moreno:





cuyo testimonio aparecido originalmente en el enlace www.nuestraaparenterendicion.com, en relación a una pregunta que le formuló a Felipe Calderón durante su gira por la ultraderechizada ciudad de Guadalajara el 30 de enero del 2012, fue reproducido por una conocida agencia noticiosa:

Tonatiuh Moreno, su testimonio después de interpelar a Calderón
Agencia APRO
2 de febrero del 2012

Estoy sorprendido. Cuando me decidí a interpelar a Felipe Calderón en el anuncio de Ciudad Creativa Digital el pasado lunes, no sabía lo que iba a desencadenar. Sabía, sí, que me arriesgaba a ser detenido por el Estado Mayor. Tambíen sabía que mi acto no le iba a agradar a la mayoría de mis “colegas” empresarios del mundo de los medios digitales y que iba a perder ciertas posibilidades de negocios.

Me llamo Tonatiuh Moreno. Soy estudiante de la Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del Iteso. Desde hace seis años dirijo un pequeño estudio de animación llamado Haini. Hago caricatura profesionalemente desde 1988 y doy clases de animación en el CAAV. Dirigí un cortometraje apoyado por IMCINE (con dinero de los ciudadanos mexicanos) que se ha seleccionado en festivales internacionales. Mi estudio está desarrollando un largometraje en busca de financiamiento. No soy un agitador “movido” por ningún partido político, ni un “hippie mugroso”, como me dijeron queriendo insultarme y sin lograr ofenderme. No fui a esa asamblea con un plan o una estrategia. Fui con una pregunta: ¿Cúando se acaba la guerra? Y realmente quería que Calderón me la contestara, aunque tenía pocas esperanzas de que realmente lo hiciera. Y así sucedió: no contestó mi pregunta. Se limitó a repetir su discurso de “nosotros los buenos contra ellos los malos”. Como si disentir de su proceder automáticamente me colocara en el bando de los malos. Como si sólo hubiera dos lados en esta cuestión.

Es muy difícil tener un verdadero diálogo cuando uno de los lados tiene todos los micrófonos, cámaras y guaruras de su lado y está a más de veinte metros de distancia de su interlocutor. Por eso Calderón me acusó de “vociferar”. Claro que grité. ¿De qué otra manera me podría hacer oír? Calderón también usó la falacia del hombre de paja, poniendo palabras en mi boca. Nunca expresé que el gobierno debería quedarse de brazos cruzados ante la delincuencia. Sólo formulé una pregunta.

Creo que iniciar un conflicto tan sangriento como el que se ha desatado implica grandes responsabilidades. Una de ellas es la de informar a los involucrados cuáles indicios debemos ver como señal del final del conflicto. Si se tratara de la lucha contra un ejército invasor, sabríamos que la guerra se acabará cuando el enemigo se retire de nuestro territorio.

En el caso de la lucha contra el crimen organizado ¿de veras se espera que los narcos salgan con las manos en alto y digan “nos rendimos”, si los suministros de dinero y armas siguen fluyendo libremente desde los Estados Unidos? El número de arrestos y muertes no me parece un indicador convincente. Que se saquen cientos de cucarachas de una casa no significa que la casa se esté limpiando, si el criadero sigue adentro.

Y ese me parece el asunto central: la estructura social, económica, cultural y política de nuestro país no sólo permite, sino que estimula el crecimiento de la corrupción y la delincuencia. Se trata de un sistema intrínsecamente injusto, un reglamento de juego que favorece a los que más tienen, premia a los que más transan, ve como héroes a quienes más abusan y como idiotas a quienes tratan de ser honestos.

El proyecto de Ciudad Creativa Digital está inscrito dentro de este mismo sistema. Si nos hemos de guiar por otros proyectos donde están involucrados los mismos actores, como el de Batallón 52, se tratará de un intento, no de apoyar la creatividad y el desarrollo de quienes emprenden proyectos interesantes, sino de concentrar el poder y acaparar el capital. Una iniciativa donde el control lo tendrán unos pocos, donde se obtienen recursos sin contar ni con guiones ni con propuestas originales (eso es secundario, lo importante es contar con maquinotas).

La estructura económica y política de este país se materializa en ecosistemas propicios para que prosperen proyectos como el de Dreamsky (“Escuadrón 2011”), dirigido por Mario Alberto Ochoa, que logró obtener recursos de organismos de gobierno para producir animación (una serie y una película) para los Juegos Panamericanos, y dejó el proyecto inconcluso y a más de cien trabajadores sin pago y desempleados, incluyendo a gente de mi propio estudio, Haini, y EsComic, de León Guanajuato.

Calderón me dijo que debía agradecer que en “su gobierno” gozo de libertad de expresión. Debo señalar dos cosas: la libertad de expresión es un derecho humano y una garantía individual protegida constitucionalmente, no una concesión del gobierno. Y si en la actualidad gozamos de mayor libertad de expresión, no es por una decisión individual del presidente, sino un logro de la lucha continua de miles de mexicanos, como los periodistas valientes, que la han ejercido y defendido, a veces con su propia sangre. El presidente se adjudica logros que no le corresponden. Es demasiado pedir cualidades como la humildad de un gobernante en estos días. ¿Saben cómo Calderón me podía haber desarmado? Siendo humilde y admitiendo que empezó una guerra que no sabía como terminar. Pidiendo ayuda y consejo a intelectuales, politólogos e instituciones para que su arrogancia no cause más dolor.

No me sorprendió recibir insultos, muchos de muy baja categoría: se burlan del color de mi piel, de que no uso traje y hasta de lo autóctono de mi nombre. A los que lo han hecho así, debo decirles que de las tres cosas me siento orgulloso, y que las representaciones que manejan, relacionando esas características con pobreza e incultura, tienen un origen que debe ser atacado. ¿De verdad me están diciendo que están contentos con un México clasista y racista?

¿Qué es lo que me sorprendió tanto, después de haber interrumpido el discurso de Calderón? Lo enorme de las muestras de apoyo, que agradezco a todos. Sabía que al hablar, no hablaba sólo por mí mismo, pero no sabía que representara a tantos. Ahora he recibido la confirmación de que mi voz en esa asamblea no era mi voz sola, sino la voz de miles, quizá millones de mexicanos que ya estamos hartos de que las cosas sigan igual.

Muchos mexicanos estamos hartos del lenguaje de las balas y la sangre, y preferimos el de las palabras, aunque a veces tengan que gritarse. ¿Qué logré? Quizá materializar la voz de muchos que queremos que las cosas cambien. No sabía si el incidente terminaría con el silencio y mi detención o habría otras repercusiones. Creo que por lo menos logré que se reavive el debate, volver a darme cuenta de que somos muchos los que no estamos conformes y que podemos alzar la voz. El mundo ha cambiado y podemos cambiarlo. Iniciativas como la del Túmin o espacios como Nuestra Aparente Rendición dan esperanza y cada vez hay más indicios. Cada vez somos más los que creemos que otro mundo es posible.

El siguiente analista expone algunas reflexiones posteriores a la osada intervención de Tonathiú Moreno:

¿Cuántos muertos más?
Intolerancia al no aceptar una crítica
Jorge Carrillo Olea
Revista Siempre!
11 de febrero del 2012

Así inquirió Tonatihú Moreno, un joven de Guadalajara al presidente Felipe Calderón en un acto público. Este, flemático, con la serenidad que da la confianza en sí mismo, que en este caso raya en el autismo, su repliegue patológico sobre sí mismo, refrendó su certidumbre sobre sus aciertos históricos para contender con el crimen. Todo está bien y va a ir mejor.

Por eso, por tanto don que nos ha dado, cabe buscar respuestas aclaratorias: ¿se cultivan hoy cantidades menores de mariguana y amapola? No. ¿Se trafican y producen menores cantidades de marihuana, opiáceos o químicos psicotrópicos? No. ¿Se transportan, venden y consumen menores cantidades de cocaína y metanfetaminas? No. ¿Hay menores cantidades de armas en el mercado? No. ¿Hay menores flujos de dinero ilegal o sucio? No. ¿Tenemos un menor número de consumidores nacionales? No. ¿Se ha abatido de manera mínimamente razonable el delito? No.

¿Se difunden más o mejores campañas para fortalecer la prevención de las adicciones? No. ¿Existen mayores y mejores accesos a recursos para la rehabilitación de adictos? No. ¿Se ha estabilizado la población penitenciaria vinculada a delitos contra la salud? No. ¿Algún país, organismo internacional, ONG, o asociación civil cualquiera ha expresado su esperanza de que el fenómeno se reduzca con las prácticas en vigor? No. ¿El crimen común se ha estabilizado o descendido? No. ¿Ha ganado algo nuestro prestigio internacional? No.

Entonces, ¿por qué tanto contento? ¿Por qué tal autismo, tanto cercenamiento de la realidad? No hay más respuesta: el Presidente se ha mentido tanto a sí mismo que ya ha entrado en el síndrome de “el traje nuevo del emperador”: una disociación total con la realidad.

En el caso de Guadalajara no sólo mostró intolerancia al no aceptar una crítica, sino que abusó de su postura para humillar al muchacho pasándose de listo intentando aplastarlo públicamente. Afirmó que el próximo presidente debería ser como él, insinuando que era un imperativo el ser valiente, audaz y vigoroso, como él se concibe y electoralmente proceder de la misma cuna.

En una penosa suplencia de quién debiera ser generador de ideas, formulador de nuevos enfoques, de aceptar que si algo algún día fue bueno, tal vez cinco años después ya no lo es. Es hora que empecemos a ver más allá de ese pobre horizonte que se nos reitera a diario y así enfocar la creciente criminalidad bajo nuevas consideraciones.

Urgiría empezar por la atención a las víctimas del delito, lo haya cometido quien lo hay cometido; por plantear una lucha contra la impunidad y la corrupción, marcas de fábrica de este sexenio, priorizar la persecución de los delitos de mayor impacto social y, sumamente importante, levantar el ánimo y la cohesión social. Nada se puede hacer sin el respaldo popular. Seguir con lo mismo obliga a esperar sólo más de lo mismo. Así, aunque parezca una perogrullada.

Decepcionante es que para los precandidatos a la presidencia el tema es algo que no les apetece por el momento. Están entretenidos con la cantidad de simplezas que emiten a diario. Que si construiré cinco refinerías (que costarían 50 mil millones de dólares), que si retiraré al ejército de las calles (sin decir cómo, of course), que si Jose está dispuesta a hacerse un antidoping y pide someterse al polígrafo, y más y más penosos disparates, mientras los grandes problemas del país amenazan verdaderamente con llevarnos al otro lado del río Aqueronte.

El Presidente debería abandonar esa actitud rijosa y a la vez triunfalista como la expuesta en Guadalajara. El que desencadenó lo que vivimos y lo que aparece en el horizonte que no es para menos. La violencia criminal, la creciente pobreza aproximándose a ser afro-miseria, la pésima educación, una falacia en la salud, un prestigio internacional luctuoso. Y esos problemas que se han vuelto estructurales como la insuficiencia de agua, las amenazantes sequías e inundaciones que ya son cíclicas.

¡¡En fin, como que es hora de ver más allá!!

Cuando Tonatiuh Moreno le formuló una pregunta muy específica a Felipe Calderón, la cual jamás fue contestada, a Felipe Calderón le quedaban ya menos de 10 meses en su usurpación de la Presidencia de México, consciente este último de que ni en sus sueños iba a poder lograr jamás en los diez meses que le quedaban lo que que no logró en más de cinco años en su desastrosa guerra de legitimación dejando hundido al país en un gigantesco charco de sangre, preparando en cambio a la Nación para hacerla retroceder dando marcha atrás al reloj de la Historia regresando a México hasta los tiempos de la Colonia en los que no existía el Estado laico y la única agencia oficial investigadora que había era la Santa Inquisición famosa por perseguir delincuentes más por cuestiones de fé que por actos criminales. Lo único que se le ocurrió al Presidente Calderón fue regañar al joven haciéndole ver que debía de estar muy agradecido por habérsele “permitido” (no en forma programada en la agenda, sino como un acto sorpresivo, inesperado y espontáneo, ya que de otra manera la interpelación jamás se habría dado porque seguramente no lo habrían dejado entrar al evento) la terrible osadía de formularle una pregunta en público al tipo que decía representar a más de cien millones de mexicanos cuando en realidad no representaba ya ni siquiera al minúsculo porcentaje de electores que votaron por él en el 2006, la misma pregunta que le podrían hacer muchos de aquellos que han terminado arrepentidos de haber llevado a la derecha ultraconservadora e intransigente al poder acatando subconscientemente las programaciones subliminales de TELEVISA así como las campañas negras de guerras sucias mediáticas que al final de cuentas es para lo único para lo que son realmente buenos los maquiavelos del extremismo ultraconservador neo-Nazi.